No tiene que ser perfecto…
Sólo necesita que confíes y creas en él.
¿Sabes o alguien te ha contado que lo que realmente va a marcar el futuro de tu hijo no es lo que ha vivido, sino cómo lo ha vivido?
Hay muchas veces que los padres nos sentimos superados por las situaciones, por el día a día…y de verdad, no te sientas mal si te parece que no has hecho lo que tienes que hacer, a todos nos pasa alguna vez. Lo realmente importante es que sepas transmitirles tu cariño, que mamá o papá no son superheróes, que muchas veces se equivocan…si fuéramos conscientes de la importancia de pedir perdón sin ego, sin altura, sin verticalidad. Sí, mami se ha equivocado, pero ¿sabes qué? te quiere, le importas, le importas por encima de todo. Y mañana intentará no equivocarse y hacerlo bien, pero si se equivoca es su responsabilidad y no la tuya, corazón…ahí está la clave, ese es el secreto. No hay padres perfectos, huyo de la perfección, miedo me dan las personas que van de perfectas. Pero sí hay padres que se miran, se quieren, se respetan y saben que de los errores se aprende y que es eso exactamente lo que les transmiten a sus hijos. Que no hay que ser perfectos, que hay que ser personas, vivir sin miedo y sin complejo…y que en eso consiste esta experiencia, que la vida es juego. Y habrá veces que ganemos y otras que perdamos…enseñarles a saber perder, ¿y sabéis por qué? Porque en esta vida aunque no nos guste y no estemos preparamos, a veces perderán. Y si les hemos enseñado que eso puede pasar y que no es una derrota, y que no es una vergüenza, entonces lo van a asimilar, y lo van a poder integrar como algo normal en sus vidas….si actuamos así, estamos dotando de salud emocional a nuestros hijos, sin darnos cuenta, sin esfuerzo, sin coste…así funciona esto de la vida, lo que vivimos en la infancia nos marca para toda la vida, nos guste o no…y bueno es saberlo, papis.
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